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En términos generales podemos decir que la felicidad es la situación en la que uno siente que todo va conforme a lo que quiere. Pero inme­diatamente surge la cuestión clave: ¿qué es lo que en realidad quiero hacer con mi vida?

En efecto, toda persona se caracteriza, entre otras cosas, por la capa­cidad para proyectar su propio plan de vida, conforme a lo que cree que es su bien, o lo que es lo mismo, su ideal de vida buena. Por tanto, si nos fijamos únicamente en los rasgos que di­ferencian a unas personas de otras, es perfectamente lógico que haya casi tantas maneras distintas de ser feliz como personas hay en el mun­do. Sin embargo, si reparamos en las similitudes, también es lógico que encontremos algunos modelos de felicidad que han diseñado quienes creen haber encontrado una manera razonable de ser feliz

 

Las 6 teorias que hemos escojido són:

- La felicidad budista

- La vida buena según Aristóteles

- La propuesta hedonista de Epicuro

- El modelo estoico de vida feliz

- La felicidad en el pensamiento cristiano

- La felicidad en el pensamiento cristiano. 

 

- La felicidad budista Según el budismo (Buda nació en el año 480 a.C.), la felicidad sólo se alcanza en el estado de, es decir, cuando el alma ya se ha librado de todo deseo. Cosa que se logra por medio de ciertas técnicas de meditación y después de las necesarias reencarnaciones. El budismo invita a llevar una vida so­bria, armoniosa y virtuosa, sin excesos de ningún tipo. No es más feliz el que más tiene, sino el que desea menos cosas.

 

- La vida buena según Aristóteles. Para Aristóteles, la felicidad hu­mana sólo se puede lograr desarrollando al máximo nuestras capa­cidades de todo tipo (morales, intelectuales, artísticas, etc.), es decir, practicando las virtudes o excelencias, especialmente la prudencia. Sólo la persona prudente puede acertar con la conduc­ta adecuada para cada situación, obteniendo así el máximo de feli­cidad posible en el conjunto de la vida. En este orden de cosas, Aristóteles propone como ideal de vida la contemplación, es decir, el estudio de las verdades filosóficas y científicas.

- La propuesta hedonista de Epicuro. Según Epicuro (341-271 a.C.), la felicidad consiste en gozar inteligentemente de los placeres de la vida, evitando el dolor. Así, recomienda gozar de los placeres con moderación, y cultivar especialmente la amistad, la lectura, la conversación y otros placeres semejantes, puesto que no suelen tener consecuencias desagradables.

-La felicidad en el pensamiento cristiano. Para el estoicismo (que nace el año 335 a.C.), el único camino que conduce a la felicidad consiste en ser capaz de no alterarse por los altibajos de la fortuna. Los es­toicos creían firmemente en el destino, en que la Naturaleza ha dis­puesto sabiamente todo cuanto ha de suceder. En consecuencia, proponen aceptar de buen grado todos los acontecimientos, sin que perturben la tranquilidad de ánimo: la felicidad es, según esto, un estado de imperturbabilidad, una paz interior que se alcanza con el ejercicio del autodominio.

 

-El modelo estoico de vida feliz. Para el estoicismo (que nace el año 335 a.C.), el único camino que conduce a la felicidad consiste en ser capaz de no alterarse por los altibajos de la fortuna. Los es­toicos creían firmemente en el destino, en que la Naturaleza ha dis­puesto sabiamente todo cuanto ha de suceder. En consecuencia, proponen aceptar de buen grado todos los acontecimientos, sin que perturben la tranquilidad de ánimo: la felicidad es, según esto, un estado de imperturbabilidad, una paz interior que se alcanza con el ejercicio del autodominio.

- El modelo utilitarista de felicidad. El utilitarismo (que nace en el siglo XVIII) sostiene que lo moralmente correcto es fomentar el ma­yor placer posible para el mayor número de seres dotados de sensibilidad, tanto personas como animales. Los utilitaristas en­tienden que la felicidad incluye una gran variedad de experiencias agradables, entre las cuales destacan las relaciones amistosas y los actos altruistas, que tienen su raíz en el sentimiento de simpatía.

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